
Los entrañables rasgueos de guitarra y distorsiones vocales y melódicas de Thom Yorke vuelven a nuestros oídos en el
In Rainbows luego de ver la luz justamente el primer día del nuevo año, aunque virtualmente ya había salido a navegar por el ciberespacio en octubre del 2007, cuando Radiohead puso en práctica una audaz estrategia de ventas (acaso esta idea no se le pudo ocurrir a nadie anteriormente?): los compradores deciden el precio de los tracks colgados en la web oficial del grupo en formato mp3. Esto trajo toda una polémica: la industria musical versus la internet.
"Está bien -dice Thom mientras toma algo en un pub-Fue una manera de dejar que la gente juzgue por sí misma”.
La banda se había rehusado a renovar su contrato con EMI en el 2003 después del disco
Hail to the Thief y desde esa fecha este es el primer album que producen independientemente, con nueva estrategia de marketing (“paga lo que quieras”) para felicidad de sus seguidores a nivel mundial. Thom argumenta, “el peor escenario hubiera sido firmar otro contrato, agarrar un montón de dinero y luego tener a toda la maquinaria esperando para que le envíes tu producto, que ellos así podrían sumar a la lista de productos que componen el gran mito, la-la-la-la." Firmar un nuevo contrato con una gran compañía, "nos hubiera matado en el acto -agrega-. El d

inero te adormece… es tentador tener a alguien que te diga «no tendrás que preocuparte nunca más por el dinero», pero no importa cuánta plata te den, ¿acaso no te la vas a gastar?, ¿no vas a encontrar maneras estúpidas de deshacerte de ella? Por supuesto que sí. Es como construir rutas y esperar que haya menos tráfico".
Lo único malo, tal vez, es que gracias al ingenioso lanzamiento del
In Rainbows, las miradas se han desviado demasiado del album en sí y se han clavado más bien hacia los porcentajes de ganancias, las ventas, los lugares en las listas mundiales y demás números.
Las canciones del album suenan familiares, sofisticadas, envueltas en una atmósfera nostálgica, aunque no tanto como en discos anteriores, también es menos experimental, y si bien las letras siempre son honestas y realistas, melódicamente hablando tienen mucha más luz y más ánimo.