Dia viernes 11 de Noviembre...EL DIA D...peche Mode!! Fue en un coliseo cerrado, en el Magness Arena del Ritchie Center, en Denver, CO, q en realidad es un super centro de deportes con piscinas olimpicas, estadio, canchas de deportes, gimnasios, etc. Se encuentra a aproximadamente 15 minutos de donde vivo, pero nuestro trayecto fue como de media hora ya que el tráfico estaba terrible ese día!
Compramos entradas para la platea, Zona AA Fila 26 Asientos 2 y 3. Los teloneros fueron los neoyorkinos The Bravery, los cuales no lograron conmover mucho a la audiencia. Su canción más conocida es Honest Mistake, en una onda new wave ochentera que se está imponiendo desde hace un tiempo, regresando la moda de los grupos con integrantes de ojos ribeteados de negro, a lo Human League... asi es la moda, se recicla constantemente. Conforme avanzaban los minutos, ibamos acercándonos más y más hasta llegar a unos 4 metros del escenario. La gente estaba radiante esperando impaciente la aparición de DM, la mayoría vestidos de negro, algunas chicas con pelucas de colores, otros con tachuelas, tatuajes, enfundados en polos con imágenes de DM, en fin, un carnaval para la vista, con público de todas las edades. La multitud empezó a aumentar el número de decibeles: en las enormes pantallas del escenario apareció la imagen del angelito de plumas de la carátula del nuevo CD, y la música del intro inundó nuestros oídos, cuando a los pocos minutos Dave salió enfundado en pantalon negro, chaleco negro y saco blanco, para dedicarnos la primera canción de la noche: A Pain That I'm Used To; la energía del público estaba irradiada en el ambiente. Dave poco a poco fue despojándose de chaleco y saco, hasta quedarse con el torso desnudo mostrando sus tatoos. Martin Gore llevaba unas pequeñas alitas negras de plumas con brillos y una especie de chullo tejido con plumas, además de escarcha en la cara. Andy Fletcher vestía de negro, parco y taciturno como siempre, con lentes negros, pero poco a poco fue sintiendo la energía del momento, tanto como para soltar unos cuantos gritos y sonrisas hacia la audiencia.
La puesta en escena fue como en los mejores videos de sus anteriores conciertos ... tantas veces vistos solo por TV, con la mítica vuelta de trompito sujetando el poste del micro cantando el clásico A question of Time, las olas de brazos al ritmo de Never Let Me Down o pidiendo al público a seguir el coro de Everything Counts ("...in laaaarge amounts...!"); Martin Gore cantando Home delante del escenario (bella canción!), y cuando comenzaron los acordes de Enjoy the Silence, la audiencia enloqueció! Al fondo las pantallas gigantes mostraban gráficos animados del rey del video. Un espectáculo alucinante. He visto a Dave Gahan a poco más de 2 metros de distancia, hasta verlo empapado en sudor, contorneándose delante de mis ojos... Finalmente Martin y Dave hicieron el dúo de Goodbye Lovers... en ese momento los tenia a menos de 2 metros de mi... podia haber estirado mi mano hasta alcanzar la de Gahan, pero no me lo permitía un grupo de chicas que estiraban sus brazos para hacerlo...
En realidad Dave se mete al publico en el bolsillo, hay una química increible, domina el ambiente a la perfección, sin decir mucho logra una comunicación bastante íntima y sensual con su público, se toca el pubis, coquetea, hace guiños, señas... entra en cada uno de nosotros, y logra que estemos inmersos en un halo etéreo... una conexión especial entre el público y él.
A manera de anécdota (no muy a mi favor) justo en el momento que tenía a Dave frente a mis ojos, a 2 o 3 metros de distancia, saqué mi cámara digital para tomarle unas fotos, y sale el mensaje fatal de...MEMORIA LLENA!!! ARRGGHHHH!!!! y para colmo, a los pocos segundos de mi frustación, se acerca una señora de seguridad para llamarme la atención y no seguir tomando fotos (en realidad, supongo que dijo eso porque yo estaba totalmente aturdida por la frustración, y por la increíble adrenalina del concierto!) y luego perdi otra memorable toma: la de Dave y Martin cantando a dúo Goodbye Lovers, la penúltima canción de la noche, parados en una especie de pasarela que sobresalia de escenario hacia el público, iluminados por unos enormes reflectores que bajaron del techo.
Para terminar la bitácora de la gran noche, contaré que quedé sorda dos días y ronca un día de tanto gritar! Y me evado pensando en aquellas dos horas de éxtasis, alucinando lo vivido... ahora soy parte de la historia de la música (por lo menos como espectadora de un tour mundial de un grupo de culto). Y es que haberlos visto, haber coreado junto a ellos sus canciones, haber convivido con mis queridos Depeche Mode dos horas de mi existencia, adorados desde la adolescencia, definitivamente es una experiencia indescriptible!
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